¿Qué es el asma?
El asma es un trastorno inflamatorio de los bronquios, crónico y persistente, caracterizado por episodios de dificultad respiratoria, tos, sibilancias, u opresión torácica, que son generalmente reversibles, pero que pueden ser severos o algunas veces fatales. Los episodios de dificultad respiratoria se producen a veces espontáneamente y a veces en repuesta a factores desencadenantes como infecciones virales, alergenos, ejercicio físico, procesos emocionales, irritantes químicos y fármacos.
Los síntomas característicos del asma suelen estar acompañados de rinitis (estornudos muy frecuentes, picor de nariz, taponamiento nasal, agüilla nasal) , y a veces de conjuntivitis (enrojecimiento y picor ocular, lagrimeo). En unos casos, más de la mitad de forma global, está producido por reacción alérgica (asma extrínseca), pero en otros, después de hacer todos los estudios, no se encuentra una causa concreta (asma intrínseca). En general se sabe que el asma extrínseco comienza más frecuentemente en niños y adultos por debajo de los 40 años, y que cuando empieza por encima de esta edad es más probable que sea un asma intrínseca
Por lo tanto no se puede equiparar el concepto de asma bronquial, exclusivamente, al de reacción alérgica, dada la gran variedad de estímulos que pueden desencadenar una crisis, incluso en un mismo individuo: alergenos, infecciones, tóxicos, emociones, ejercicio, hiperventilación, etc.
Cuando hablamos del asma en general, los factores de riesgo los podemos dividir en factores exógenos o del ambiente y factores endógenos.
A) Factores Exógenos o Ambientales:
-Contaminación atmosférica (dióxido de azufre, polvo, ozono, etc.): puede
intervenir originando el asma bronquial, volviéndolo permanente o
desencadenando crisis paroxísticas disneicas. El tabaco, como otros irritantes,
puede desencadenar crisis de asma entre los que ya sufren esta enfermedad,
pero no parece provocar asma bronquial.
- Acción de alergenos: su concentración geográfica puede producir “epidemias” de asma. Por ejemplo, durante la época en que se produce la polinización de las gramíneas (alrededor del mes de mayo), las curvas de polen y las que muestran la aparición de los síntomas respiratorios, varían simultáneamente, lo que parece indicar la relación entre la aparición de crisis asmáticas y picos de polinización (se están realizando investigaciones al respecto).
- Condiciones meteorológicas: el estancamiento de los elementos contaminantes por falta de viento y el frío acrecientan los síntomas asmáticos; lo mismo ocurre a causa de los rápidos descensos de temperatura, aunque al respecto, el nivel de sequedad del aire parece tener más influencia que su temperatura.
B) Factores Endógenos:
-Antecedentes familiares de asma: muchos trabajos han confirmado la importancia de los antecedentes alérgicos familiares, al comprobar la mayor prevalencia del asma entre los padres de asmáticos que entre los padres de los que no lo son. Por ello, el riego de asma en un niño es mayor cuando uno o ambos padres son asmáticos.
- Antecedentes alérgicos: la influencia de los antecedentes alérgicos se acepta unánimemente.
- Las pruebas alergológicas cutáneas positivas tienen cierto valor predictivo porque indican la posibilidad de riesgos mayores.
- El aumento de las cantidades de Inmoglobulina E (IgE) en la sangre del cordón umbilical en recién nacidos también parece involucrar un riesgo mayor.
También debemos tener en cuenta un tipo peculiar de asma: el Asma Inducido por el Ejercicio (AIE) que no es más que un Síndrome Clínico, caracterizado por obstrucción al flujo aéreo de carácter transitorio, en los minutos que siguen al ejercicio, con un pico máximo de obstrucción entre los 3-5 minutos (niños) y 5-7 minutos (adultos).
Si nos centramos en el Asma Inducido por el Ejercicio, el 70-80% de los que lo padecen tienen antecedentes de asma crónica o alergia; y podemos hablar de una serie de factores mayores y menores que inciden en su aparición, tales como:
1.- Factores Mayores:
*Asma crónica: 90% desarrollan AIE
*Alérgicos: 35-40% desarrollan AIE
2.- Factores Menores:
*Atopia
*Sinusitis
*Eczemas (niños)
*Poliposis nasal
*Rinitis de repetición
*Otitis media (niños)
EL NIÑO ASMÁTICO EN LA ESCUELA
Limitaciones que supone para el niño escolarizado
Las limitaciones en el ámbito escolar del niño/joven que padece asma, dependen de
varios factores:
-que esté o no diagnósticado y por lo tanto que esté o no en tratamiento
-el grado de severidad de su padecimiento (leve, moderado, severo)
-del tipo de asma que padece (intrínseco/extrínseco) y que desencadenantes le
producen las crisis
-el grado de cumplimiento del tratamiento
-que haya o no tenido formación en autocuidados (conocimiento de la enfermedad
y evitación y solución de las crisis)
-el grado de aceptación por parte del alumno/alumna de su trastorno
-el grado de aceptación, conocimiento y apoyo de su familia
-el grado de aceptación, conocimiento y apoyo del entorno escolar (profesores,
compañeros y amigos)
Por lo tanto, se trata de valorar cada uno de estos factores y tratarlos, separada o conjuntamente con el fin de llegar a la situación óptima, pero perfectamente asequible, en la que el niño/joven que padece asma, no tenga limitaciones destacables y se encuentre completamente integrado.
De manera que se puedan ir corrigiendo las dificultades, aún en el caso más desfavorable, por medio del conocimiento y la adaptación. Porque la vida escolar integrada es una fuente de equilibrio que repercute positivamente en la evolución y maduración del niño/joven que padece asma.
Ausentismo escolar
En los estudios que en la actualidad se manejan, se considera que entre un 20% y un 30% de los niños/jóvenes que padecen asma faltan a la escuela, como mínimo, un día al año, a causa de su padecimiento. Por lo tanto el absentismo escolar derivado del asma es una realidad. Además los padres consultados consideran que hay relación entre el asma y la falta de rendimiento escolar. En relación a las actividades deportivas, como era de esperar, el estar exento esporádica o habitualmente, implica un mayor número de días sin clase.
Es necesario, por tanto, considerar esta posibilidad, aunque se minimiza de manera clara con el tratamiento y la adaptación. La fórmula a seguir en caso de absentismo reiterado, hay que establecerla de manera conjunta con el tutor, la familia y el médico, procurando ofrecer al niño/joven los medios necesarios para compensar el trabajo no realizado.