domingo, 7 de noviembre de 2010
CARRERA DE VALLAS
LA TECNICA
Si en las carreras lisas los únicos factores determinantes son la llegada y la
salida, en las pruebas con vallas por el contrario, existen unos obstáculos a lo largo del
recorrido situados a distancias reglamentadas, que obligan al atleta a ir a un ritmo
determinado de carrera tanto en el tramo hasta la primera valla, como en la distancia
existente entre ellas.
Por ello, al realizar el estudio de la técnica de esta especialidad, dividiremos la
carrera en tres fases, tomando como referencia la de 110 m. vallas, por ser la que
presenta mayor exigencia técnica.
1. La salida.
2. El paso de la valla.
3. Carrera entre vallas.
1. La salida.
La forma de ejecución de la salida es semejante a la de las pruebas lisas de
velocidad; aunque si bien en aquéllas la adopción de la posición normal de carrera llega
a los 10 ó 15 pasos, aquí al tener que enfrentarse con un obstáculo a una distancia
determinada, a la que se llega normalmente con ocho pasos (13,72 m.), es necesario el
control óptimo de carrera mucho antes, para encontrarnos en disposición de llevar a
cabo el primer paso de valla; acción que por otra parte, y al ser el número de pasos par,
obliga a la colocación del pie de la pierna de impulso en el taco delantero.
La amplitud de los pasos irá aumentando progresivamente hasta el octavo que no
mantiene la progresión, debido a la necesidad de una preparación para un impulso más
intenso, imprescindible para el paso de la valla.
2. El paso de la valla.
Como consecuencia del último paso el atleta deberá encontrarse en condiciones
de atacar la valla en cuya acción deberá invertir el menor tiempo posible.
Para ello realizará los siguientes movimientos:
-Pierna de ataque.
Llamaremos así a la pierna que se lanza contra la valla.
Esta pierna sube flexionada al frente hasta que la rodilla alcanza la altura de la
cadera, momento en el cual inicia un movimiento pendular hacia arriba. Esta flexión que
varía desde los 20 a los 40 grados, dependiendo del mayor o menor nivel del atleta,
tiene su importancia debido a que un ángulo menor posibilita el logro de una mayor
velocidad angular, y en consecuencia un paso más activo.
La pierna se extiende pero no se bloquea por la rodilla y en el momento que el
pie se sitúa sobre la valla, realiza un movimiento envolvente de arriba-abajo buscando el
suelo con rapidez con el que toma contacto de metatarso ligeramente por delante de la
vertical de las caderas (unos 20 cm.), y al que llega totalmente extendida y bloqueada
por la rodilla, manteniendo así las caderas altas favoreciendo la continuidad de la
carrera.
-Pierna de impulso.
Una vez finalizado el impulso la pierna se deja arrastrar, momento a partir del
cual describe un movimiento circular y lateral pasando paralela a la valla sin apresurar
su acción, de tal modo que cuando la otra pierna toma contacto con el suelo, ésta se
mantiene algo al costado, formando en este momento, un ángulo aproximado de 90
grados con el tronco.
A partir de este momento y mediante un movimiento arriba y adelante va
buscando la línea normal de carrera dándole amplitud al paso.
-Acción de tronco y cabeza
Los marcados movimientos de las extremidades inferiores obligan a tronco y
brazos a ejecutar otras acciones para coordinar y equilibrar aquéllas.
El tronco en este caso y a medida que actúa la pierna de ataque, se va inclinando
sobre ella, compensando así su elevación y favoreciendo la búsqueda rápida del suelo
una vez sobrepasada la valla. Esta inclinación depende en mayor o menor grado, del
nivel de flexibilidad del atleta (figura 4)
El tronco recupera su posición normal una vez que la pierna de impulso que
venía desde atrás va a tomar contacto con el suelo.
-Acción de los brazos.
El brazo contrario a la pierna de ataque se eleva de forma enérgica,
acompañándola y logrando su mayor extensión cuando el pie está situado sobre la valla.
A partir de ahí realiza un movimiento hacia afuera abajo y atrás, momento, este
último, que coincide con la mayor elevación de la pierna de impulso una vez
sobrepasada la valla.
El brazo contrario tiende a no desplazarse hacia atrás actuando con pasividad en
la primera parte y con dinamismo una vez rebasada la valla.
Es importante, en el momento del ataque a la valla y mientras actúan los brazos
elevar los hombros para desbloquear las caderas produciéndose de esta forma una mayor
fluidez de paso.
Para conseguir un buen pase de valla es imprescindible el lograr un correcto
punto de batida. Si ésta se efectúa en un lugar muy próximo a la valla el atleta tendrá
que saltar describiendo una gran parábola para salvar el obstáculo, alcanzándose el
punto más alto de aquélla sobrepasada la valla.
Si el punto de batida queda demasiado lejos, también tendrá que saltar para no
caer contra la valla.
En ambos casos el atleta pierde tiempo. El incorrecto punto de batida le obliga a
pasar demasiado erguido, precipitar su pierna de ataque, tomar contacto con el suelo con pesadez y estropear su ritmo de carrera.
Por todo ello, y analizados multitud de pasos de valla llevados a cabo por atletas
de primera fila, se ha comprobado que para que el paso sea eficaz, la trayectoria del
centro de gravedad debe tener su punto más alto ligeramente antes de la valla.
La proporción normal entre el punto de batida y la valla y entre ésta y el de la
toma de contacto es, en términos generales, la que se indica en la figura siguiente.
3. La carrera entre vallas.
Como se observa en la figura anterior (F.8) la longitud del paso de valla debe
oscilar alrededor de los 3,50 metros en las proporciones ya expresadas.
A partir del primer contacto con el suelo, el vallista da tres pasos hasta que
vuelve a atacarla otra vez, que lo hará siempre con la misma pierna.
La longitud de los pasos no va aumentando progresivamente, el segundo es más
largo que el primero pero el tercero es de menor amplitud, concurriendo en él las
mismas circunstancias que en el primer trabajo de la pierna de impulso.
Todas estas acciones se repetirán sucesivas veces en todo el recorrido hasta pasar
la última valla.
EL APREDIZAJE DE LA TECNICA
Para el aprendizaje de la técnica de vallas, y conocida la técnica de carrera, se
realizará un trabajo encaminado a desarrollar las aptitudes físicas naturales precisas para
la prueba, así como realizar ejercicios de asimilación, a fin de crear el gesto y aprender
los movimientos propios de la especialidad. Dominados éstos, se ejecutará el paso
completo de la valla y posteriormente se aumentará el número de ellas introduciéndose
así el factor ritmo.
Cuatro son los puntos fundamentales a considerar en las carreras con vallas y
que deberán prevalecer no sólo en la técnica sino en cualquier consideración práctica.
Estos puntos son:
• Ritmo.
• Equilibrio.
• Proyección de caderas como consecuencia de una correcta acción de piernas.
• Mínima elevación.
Prof. Jorge Concha M.
Santiago 07 de Noviembre del 2010.
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